"La historia del juego parece sacada de una película. El mundo está al borde del caos. Las garras del anticristo pueblan Nueva York y sólo la fe en Dios puede salvar al planeta. La misión es convertir a los infieles o acabar con ellos. Pero nada de matar… No hay una gota de sangre en todo el juego y, cada vez que asesinas al enemigo, la energía espiritualidad disminuye. Para recuperarla, el protagonista debe ponerse a rezar.
Se trata de Left Behind: Eternal Forces, uno de los videojuegos cristianos más polémicos basado en una novela cristiana de éxito y que acaba de sacar su segundo capítulo con un subtítulo clarificador: "El primer juego donde el poder de la fe es mayor que el de las pistolas", según sale publicado en el diario La Vanguardia.
Pero no sólo el cristianismo se abre hueco en el negocio. La compañía de videojuegos Afkar Media, afincada en Arabia Saudí, desarrolla videojuegos islámicos con la intención de "hacer frente a los estereotipos negativos y mostrar al mundo el aliento pacífico y tolerante de la civilización musulmana". Su último lanzamiento, Quraish - toma el nombre de la tribu del profeta Mahoma-es un juego de estrategia en 3D que muestra los inicios del islam en el desierto de Arabia."